Aguas regeneradas o reutilizadas
El agua es un bien escaso en nuestro país, y un recurso a gestionar racionalmente por todos. La reutilización de aguas, o el uso de agua regenerada, consiste en dar un segundo uso a un recurso que de por sí es muy escaso, sobre todo en ciertos momentos de estiaje y en ciertas áreas de nuestra geografía.
Cuando se usa un agua, ésta pierde las propiedades que la hacen apta para el consumo humano al contaminarse con materia orgánica, inorgánica, bacterias, virus, etc., pudiendo convertirse en un foco de problemas para la salud humana si no es manejado con precaución. Desde el punto de vista sanitario, es necesario hacer hincapié en la realización de una serie de tratamientos en esa agua que se quiere volver a usar de manera que la hagan completamente segura en relación con su uso futuro y no implique riesgos para la salud de las personas.
Para ello se establecen una serie de criterios de calidad que deberá cumplir el agua regenerada en función de su destino o utilización, así como una serie de controles que deberá superar satisfactoriamente para no ser una fuente de riesgos sanitarios.