Evaluación semicuantitativa
Un Plan Sanitario del Agua (PSA) es una metodología de trabajo que consiste en evaluar, priorizar y gestionar el riesgo en un abastecimiento.
La evaluación del riesgo se define como la caracterización cualitativa o cuantitativa y la estimación de los posibles efectos adversos para la salud asociados con la exposición de individuos o poblaciones a peligros (compuestos químicos o agentes microbianos).
Los objetivos principales de un PSA son en primer lugar, la identificación de los riesgos desde el recurso hídrico hasta el punto de entrega del agua de consumo humano al ciudadano, en segundo lugar, la priorización de los riesgos que podamos encontrar y, en tercer lugar, la mitigación de dichos riesgos a través de medidas correctoras y medidas preventivas eficaces y adecuadas.
Las fases para la elaboración de un PSA son:
- Formar el equipo de trabajo.
- Descripción de la zona de abastecimiento en la que queremos elaborar un PSA.
- Identificación de los peligros (contaminantes biológicos o físico-químicos).
- Identificar el riesgo (gravedad por probabilidad de que ocurra) y de los puntos críticos y de control de nuestra zona de abastecimiento en estudio.
- Descripción de las medidas a adoptar, correctoras y preventivas.
- Control y verificación de que las medidas adoptadas son adecuadas y eficaces.
- Revisión periódica del PSA.
Un PSA comprende un sistema organizado y estructurado que reduce la probabilidad de fallos debidos a descuidos u omisiones de la gestión, así como planes de contingencia múltiples para responder a fallos del sistema o a sucesos peligrosos imprevistos.
El Ministerio de Sanidad ha elaborado junto a la Asociación Española de Abastecimiento y Saneamiento, una herramienta denominada GEPSA (gestor de PSA), para facilitar la confección de un PSA.