Calidad de Ambientes Interiores (CAI)

La calidad del ambiente interior (CAI) hace referencia a las condiciones internas de un edificio y su relación con la salud de quienes lo ocupan. Según el Comité Canadiense de Calidad del Aire Interior y Edificios, estas condiciones vienen definidas por factores como las fuentes contaminantes del aire, sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado, los patrones de flujo de aire y los ocupantes, el confort térmico, la iluminación o el ruido. Cuando se habla de CAI es aplicable a ambientes interiores no industriales: edificios de oficinas, edificios públicos (tales como centros educativos, centros sanitarios, lugares de ocio, etc.) y ambientes residenciales o viviendas. También hay que considerar aspectos cognitivos como el bienestar emocional y la salud mental, por su importancia en la salud derivada de ambientes interiores, tal y como se refleja en el Plan Estratégico de Salud y Medioambiente (en adelante PESMA).

Mantener una CAI aceptable es extremadamente importante para la salud humana, la comodidad y la productividad, ya que la relación entre las condiciones de salubridad en los edificios y sus efectos en la salud humana está considerada como un importante determinante de esta última. De acuerdo con la Sociedad Americana de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado (ASHRAE), la compleja relación entre las condiciones ambientales interiores y exteriores, junto con los impactos del cambio climático, requiere un cambio de paradigma hacia la creación de edificios que sean cómodos y saludables para los ocupantes, pero también energéticamente eficientes.

En los últimos años, es probable que las condiciones de CAI hayan empeorado, en mayor medida por los factores que intervienen en el mantenimiento de los edificios y la interacción con sus ocupantes. Es por ello que la provisión de una buena calidad del ambiente interior requiere un esfuerzo consciente, tanto por parte del personal del edificio como de los ocupantes.