Algunos grupos de población son más sensibles a las altas temperaturas y requieren un mayor seguimiento de las medidas de protección:
- Niños menores de 4 años:
Cuida que beban mucho líquido, refréscales con frecuencia y vísteles con ropas claras y ligeras. No los dejes nunca solos en vehículos al sol.
- Ancianos, sobre todo los que viven solos o son dependientes:
Pueden tener dificultades en adoptar medidas protectoras, por lo que deberían ser visitados, al menos, una vez al día por un miembro de la familia, amigo, vecino y, en su caso solicitar la colaboración de los servicios sociales..
- Personas con enfermedades crónicas o que toman medicación:
Es importante que sigan con su medicación habitual, no se automediquen y que consulten a su médico sobre las medidas complementarias a adoptar en su caso.
- Personas que realizan esfuerzos físicos en el exterior (tanto trabajo como deporte):
Deberían reducir la intensidad de su actividad en las horas más calurosas, beber frecuentemente (agua, zumos…) y protegerse del sol.