METODOLOGÍA PARA EL DESARROLLO DEL PROGRAMA.
Se considera que en esta comisión deberían estar representados:
Una vez determinados el equipo evaluador y de ejecución del programa, un representante de cada uno de ellos se incorporará a esta Comisión.
De este equipo deberá formar parte al menos un representante de:
Debe considerarse asimismo la inclusión en este grupo de un representante de los equipos u ONGs que trabajan en los programas de atención a drogodependientes dentro de la prisión, así como de los usuarios potenciales del mismo. En cualquier caso, es recomendable recabar su informe o aportaciones al respecto.
Antes de definir la metodología del programa, deberá hacerse un análisis previo de la realidad y necesidades específicas del centro, que permita estimar la frecuencia, prácticas de consumo y tipo de sustancias consumidas, así como conocer las opiniones y actitudes de los propios internos y personal del centro ante la posible puesta en marcha del programa. La recogida de esta información deberá ser anónima y preferiblemente a través de encuesta, mediante un cuestionario estructurado, cuyos resultados servirán asimismo como punto de partida (tiempo 0; Ver apartado de evaluación del programa) para la evaluación de posibles cambios una vez iniciado el programa.
El programa elaborado deberá delimitar claramente los siguientes aspectos:
Criterios de intercambio: Las normas de funcionamiento deberán ser claras y de fácil interpretación. Si bien el programa debe primar el intercambio frente a la dispensación, se mantendrá una actitud abierta y flexible en función de necesidades o demandas específicas que puedan darse en un momento dado para una mejor consecución de los objetivos y para facilitar la adherencia al programa. Son preferibles la motivación y educación del usuario a las medidas sancionadoras.
Material de intercambio y/u otros materiales: El material proporcionado en el PIJ deberá adaptarse a las circunstancias de cada prisión y estará en función de las sustancias más consumidas, los días de funcionamiento del PIJ y otras características propias del centro. En base a ello, la comisión deberá decidir si se facilitan jeringuillas de un solo tipo o de dos, jeringuillas sueltas o incluidas en un kit (que a su vez podrá incluir una o varias jeringuillas) con o sin otros elementos (toallitas, agua destilada, folleto informativo, preservativos….), contenedores u otros. En cualquier caso, las jeringuillas se entregarán siempre incluidas dentro de un envase rígido.
Otros servicios del programa: El PIJ no debe limitarse al mero suministro/intercambio de jeringuillas. El contacto personalizado con el usuario permitirá a los profesionales del equipo de ejecución del programa:
Independientemente de otros objetivos específicos que puedan plantearse en cada prisión, con el fin de disponer de información comparable para todos los programas que se pongan en marcha, se proponen los siguientes indicadores:
Esta información permitirá la elaboración de estadísticas e indicadores (número medio de intercambios/día o /mes, porcentaje de retorno de jeringuillas usadas, etc) con una periodicidad mensual, trimestral y anual u otra que interese.
Los indicadores de efectividad y actitudinales se obtendrán mediante encuestas anónimas, que realizará y analizará el equipo evaluador del programa, en los siguientes periodos: antes de iniciar el programa (tiempo 0), a los tres (tiempo 1), seis (tiempo 2) y doce meses (tiempo 3) de funcionamiento durante el primer año de funcionamiento del PIJ. Posteriormente estos indicadores se recogerán anualmente.
Los diagnósticos de patología asociada al consumo inyectado de drogas se obtendrán a través de las historias clínicas y de la información proporcionada por el equipo sanitario del centro, en los tiempos indicados en el párrafo anterior.
Como criterios generales:
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