Vacunas y Programa de Vacunación
¿Por qué las vacunas son seguras?
Sí. Las vacunas son medicamentos muy seguros y eficaces. Antes de ser autorizadas para su uso, son sometidas a muchos estudios estrictos para comprobar su seguridad. Además, después de su autorización, se mantiene una vigilancia constante de los posibles efectos secundarios.
Algunos. Los efectos secundarios, aunque son posibles, son poco frecuentes y generalmente consisten en reacciones locales leves como enrojecimiento de la zona de inyección, dolor, hinchazón o fiebre, dependiendo de cada vacuna. Otros efectos secundarios graves, incluyendo reacciones alérgicas, son excepcionales. Sin embargo, la posibilidad de enfermarse por una enfermedad inmunoprevenible si no se administra la vacuna es mucho mayor que la aparición de efectos secundarios por la vacuna misma. Por tanto, el beneficio de vacunarse supera con creces el riesgo de aparición de una reacción adversa por la administración de la vacuna.
No. No existe relación entre las vacunas y el autismo. Esto ha sido demostrado en muchos estudios que han comparado la enfermedad en niños vacunados y no vacunados alrededor del mundo. Más información
No. Ninguna vacuna contiene productos tóxicos. Algunas vacunas en formato multidosis contienen el conservante tiomersal. El tiomersal es un compuesto que contiene etilmercurio. Este tipo de mercurio no se acumula en el cuerpo y por tanto no produce daño en el organismo. Más información
No. Ninguna vacuna produce SMSL. Hay múltiples estudios que descartan la asociación entre la vacuna DTP y el SMSL.
De hecho, varios estudios concluyen que el número de muertes por SMSL asociadas temporalmente con la vacuna DTP estaba dentro del rango que se esperaba que ocurriera por casualidad. Esto significa que las muertes por SMSL habrían ocurrido incluso si no se hubieran vacunado. Más información
No. No hay asociación entre la administración de la vacuna contra la hepatitis B y la esclerosis múltiple.
A finales de los años 90 aparecieron varios estudios de casos que plantearon la posibilidad de relación entre la vacuna y la aparición de casos de esclerosis múltiple. Por ello, el Ministerio de Sanidad francés suspendió temporalmente el programa de vacunación de adolescentes frente a hepatitis B, manteniendo la recomendación universal de lactantes y adultos de riesgo. Sin embargo, esta decisión se interpretó como una prohibición de la vacunación contra la hepatitis B, generando una preocupación generalizada en otros países.
Se realizaron nuevos estudios para establecer si existía asociación, determinando que la mayoría de los casos de enfermedades desmielinizantes se habían producido en mujeres adultas y con una distribución epidemiológica natural de la esclerosis múltiple. No hubo ningún caso en niños menores de 25 meses, a pesar de que fueron vacunados más de 1,8 millones de niños en Francia).
El análisis de los datos de informes espontáneos y de los resultados de estudios epidemiológicos no respalda la existencia de una relación causal entre la esclerosis múltiple y la vacunación contra la hepatitis B. La explicación más aceptable es que se trata de una asociación fortuita.
No. Nuestro sistema inmune es capaz de responder a multitud de antígenos que se encuentran a nuestro alrededor de forma constante.
Además, los recién nacidos desde que nacen están expuestos a miles de bacterias y virus que llegan al organismo por distintas vías (en la comida, al respirar, por la piel…). Su sistema inmune es capaz de responder a todos estos antígenos y producir una respuesta inmunológica adecuada. Por tanto, las vacunas administradas los primeros 2 años de vida contienen una mínima cantidad de antígenos en comparación a la totalidad de antígenos frente a los que, de forma natural, debe responder el sistema inmune.
Es aconsejable la vacunación en edad temprana ya que es en esta época cuando existe mayor riesgo de enfermar e incluso morir si se contrae alguna de estas enfermedades.
No. Múltiples estudios científicos han demostrado que recibir varias vacunas al mismo tiempo no producen efectos secundarios. Además, son igual de efectivas cuando se administran en combinación como cuando se administran de forma individual.
La vacunación simultánea permite completar el calendario de vacunación de forma más rápida y conseguir una protección adecuada frente a las enfermedades y además reduce el número de visitas al centro sanitario.
Sí. Actualmente existen únicamente 2 vacunas incluidas en nuestro calendario de vacunación que pueden contener proteínas de huevo: vacuna triple vírica, la vacuna frente a la gripe.
Ambas vacunas pueden administrarse en las personas con historia de alergia por exposición al huevo sin precauciones especiales. Esta recomendación es válida también para quienes hayan presentado reacciones alérgicas graves o anafilaxia al huevo.
Sí. Existen recomendaciones específicas de vacunación durante la gestación con el objetivo de proteger al bebé: vacuna frente a la gripe y vacuna frente a tos ferina.
Algunas vacunas específicas no están recomendadas durante el embarazo como la vacuna triple vírica o la vacuna de la varicela. Esto se debe a que son vacunas atenuadas y existe un riesgo potencias de que puedan producir infección en el bebé nonato. Sin embargo, no existen evidencias de que puedan producir malformaciones congénitas.
Las mujeres que quieran quedarse embarazadas o aquellas que ya lo estén, deberán consultar con su profesional sanitario para establecer qué vacunas serán necesarias administrar.
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