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La lucha contra la violencia de género y la protección de la infancia, claves en la reforma del Código Penal

  • A propuesta del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad
  • La Reforma elaborada por el Ministerio de Justicia recoge las propuestas del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en materia de abusos a menores, violencia contra la mujer y lucha contra todo tipo de discriminación
  • La tipificación como delito del matrimonio forzado, la lucha contra la pornografía infantil y el mayor control de los delitos de violencia de género, entre las novedades
  • Ana Mato asegura que la reforma “es un paso más en la lucha contra todo tipo de abusos, y una garantía de protección a la infancia”
11 de octubre de 2012. El Anteproyecto de Reforma del Código Penal, presentado hoy por el Ministerio de Justicia y aprobado por el Consejo de Ministros, recoge numerosas medidas encaminadas a mejorar la protección legal de la infancia y de las mujeres, y a evitar la discriminación de cualquier tipo. Muchas de estas iniciativas se han incluido en la reforma a propuesta del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que ha planteado una batería de medidas en materia de delitos de abusos a menores, violencia de género y delitos de odio.
 
Una de estas propuestas es la inclusión de un nuevo tipo delictivo que condena el matrimonio forzado. Se trata de una medida para proteger a las mujeres. También lo es la previsión de que las condenas por delitos leves (faltas) excluyan la posibilidad de suspender la ejecución de la pena. Ninguna de estas infracciones menores se considerará “leve” cuando se cometa en supuestos de violencia doméstica o violencia de género. Asimismo, se ha propuesto ajustar la redacción del apartado 2 del artículo 83 del Código Penal a la definición de violencia de género prevista en la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Del mismo modo, y de acuerdo con la normativa comunitaria, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha propuesto introducir como situación especialmente agravada el estado de gestación.
 
En cuanto a los menores, la Reforma del Código Penal ha incorporado, también a propuesta del Ministerio de Sanidad, la Directiva relativa a la lucha contra los abusos sexuales, la explotación sexual de los niños y la pornografía infantil, aprobada en octubre de 2011 por el Parlamento Europeo. Esta norma introduce la obligación de los Estados miembros de eliminar las páginas de Internet de pornografía infantil de su territorio, y de adoptar medidas para su supresión si se abren en el extranjero.
 
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad también ha formulado propuestas concretas para endurecer las penas para todos aquellos que abusen y ejerzan violencia contra los menores.
 
En cuanto a la incitación al odio, desde el Ministerio de Sanidad se ha propuesto que se haga referencia a su persecución “cualquiera que sea el medio o procedimiento”, permitiendo perseguir de forma más eficaz conductas de este tipo a través de las nuevas tecnologías. Asimismo, se ha pedido que el sujeto pasivo del delito no sean sólo colectivos, sino también las personas físicas, siempre que la motivación del delito sea la discriminación o el odio a su condición. Asimismo, se aceptó la propuesta de incluir a otros grupos o colectivos en el delito de difusión de ideas que justifican el genocidio.
 
El delito contra la integridad moral, además, contemplará todos aquellos actos o comportamientos de violencia “absolutamente gratuita ejecutada por móviles discriminatorios y perpetrada con la finalidad de humillar y vejar a la víctima”, también a propuesta del Departamento de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
 
La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, considera que esta reforma “es un paso más en la lucha contra todo tipo de abusos, y una garantía de protección a la infancia”. Por ello, ha agradecido especialmente al Ministerio de Justicia su disposición a incluir en el nuevo Código Penal nuevas medidas “encaminadas a proteger de una manera más justa a quienes sufren abusos, a quienes sufren discriminación de cualquier tipo y, en general, a las víctimas en una situación más vulnerable”.