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Ana Mato anuncia la creación de una Red Nacional de Casas de Acogida para víctimas de la violencia de género

  • La iniciativa facilitará la movilidad y aumentará la seguridad de las mujeres y de sus hijos menores
  • La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad visita una casa de acogida en Cáceres y asegura que este recurso marca “el inicio de una nueva etapa” en la vida de las víctimas y sus hijos
  • La Reforma del Código Penal tipifica nuevos delitos vinculados a la violencia contra la mujer, como el matrimonio forzado y el hostigamiento
  • Aumentan las mujeres que han conseguido salir de los malos tratos y “romper con el silencio cómplice”
  • Los niños, adolescentes y mayores de 65 años, grupos más vulnerables ante la violencia de género
     
29 de octubre de 2012. Una casa de acogida es, para muchas víctimas de los malos tratos, un recurso fundamental para garantizar su seguridad. Pero, además, cada vez para más mujeres y para sus hijos supone “el inicio de una nueva etapa en su vida”. Así lo ha asegurado hoy la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, en la inauguración del I Encuentro Nacional de Casas de Acogida de víctimas de violencia de género, celebrado en Cáceres.
 
La ministra ha iniciado su intervención con palabras de recuerdo para las 38 mujeres que han muerto a manos de sus parejas o ex parejas en lo que va de año. Ante esta “lacra social carente de sentido, que atenta contra los derechos fundamentales de las personas”, la postura del Gobierno es clara: “Tolerancia cero con los maltratadores y protección integral para las víctimas”.
 
En este marco, los recursos como las casas de acogida son clave, sobre todo si luchan contra otros problemas, que en ocasiones se añaden al del maltrato, como la precariedad económica o la falta de experiencia laboral. Por eso, estos espacios, además de ser garantía de seguridad, deben tener en cuenta los aspectos psicológicos, formativos y de apoyo, ha señalado Mato.
 
La ministra ha anunciado la creación de una Red Nacional de Casas de Acogida interconectadas, que facilite “la movilidad de las mujeres que quieren o necesitan alejarse de su entorno”. Aunque ha aclarado que “el objetivo es que las víctimas no tengan que abandonar sus domicilios”, sino que ha de ser el maltratador el que se vaya, ha reconocido que en ocasiones es inevitable.
 
Sin embargo, ha lanzado un mensaje de optimismo: aunque, según las últimas estadísticas, aumentan las mujeres que refieren haber sufrido maltrato alguna vez en su vida, también aumentan las mujeres que han logrado salir de esta situación y “romper con el silencio cómplice” de la violencia. Esta tendencia también la refleja la demanda constante de información, con más de 5.000 llamadas mensuales que atiende el teléfono 016.
 
Aún queda mucho camino por recorrer, ha explicado Mato. Así lo demuestra el hecho de que menos del 10% de las denuncias provengan de las víctimas o de sus familiares (en su mayor parte proceden de atestados policiales). También, el dato de que hasta el 85% de las mujeres fallecidas en lo que va de año no hubieran denunciado la situación que sufrían.
 
GRUPOS VULNERABLES
 
Tampoco los avances han evitado situaciones de mayor vulnerabilidad “que preocupan de manera muy especial”. La ministra ha citado los principales ejemplos:
 
1.      Los hijos menores de las víctimas. Tres de cada cuatro mujeres que sufren violencia tienen hijos menores que viven expuestos a esta situación o son víctimas directas.
 
2.      Los adolescentes, “porque más de una quinta parte justifica, en cierta medida, la violencia”.
 
3.      Las mujeres mayores de 65 años, pues son “significativamente, las que menos denuncian”.
 
REFORMA DEL CÓDIGO PENAL
 
Para combatir esta situación, y todo lo que rodea a la violencia de género, el Gobierno lleva diez meses trabajando en nuevas medidas. Algunas de ellas ya se han plasmado en el Anteproyecto de Reforma del Código Penal, como la tipificación del delito de matrimonio forzado y la penalización de los actos reiterados de hostigamiento, que afectan a la libertad y a la seguridad de las víctimas.
 
Otras medidas se van a poner en marcha en los próximos meses. El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, a través de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, está ultimando la Estrategia Nacional 2012-2015 para la erradicación de cualquier forma de violencia ejercida sobre las mujeres. Uno de los objetivos prioritarios de este proyecto será mejorar la coordinación. “Queremos poner a España en red contra la violencia de género”, ha afirmado Mato. Este objetivo se llevará a cabo a través de una red nacional de las unidades dependientes de las Delegaciones del Gobierno en las Comunidades Autónomas, e incluirá una propuesta de planes personalizados para las víctimas de la violencia de género y sus hijos.
 
La ministra, asimismo, ha recordado otro de los objetivos de la Estrategia: la asistencia directa a las víctimas de forma personalizada. El presupuesto para la atención social integral a las víctimas y a los menores asciende a 16,8 millones de euros. Con este presupuesto, que mantiene o incrementa todas las partidas destinadas a reforzar la seguridad, se potenciará el teléfono 016, el servicio telefónico ATENPRO, que garantiza la accesibilidad a personas con discapacidad, y el seguimiento por medios telemáticos (los “brazaletes”), que se potenciarán informando sobre su eficacia a los órganos judiciales.
 
VISITA A LA CASA DE LA MUJER
 
Tras la inauguración, la ministra, acompañada por el presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, se ha desplazado a la Casa de la Mujer de Cáceres, un espacio de acogida para víctimas y sus hijos. Allí ha tenido la oportunidad de visitar las áreas de formación y de información, así como la guardería y las dependencias. También ha charlado en el comedor con un grupo de mujeres acogidas. A todas ellas les ha mostrado su firme apoyo por “su valentía” a la hora de dar el paso y decidir romper con el maltrato. Asimismo, les ha trasladado el compromiso del Gobierno para ayudarles a tener “una nueva oportunidad, lejos de la violencia”.