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Ana Mato: Con el Plan Nacional de Inclusión Social avanzamos en nuestro compromiso con las personas en situación de vulnerabilidad
- El Plan contempla, por primera vez, el objetivo transversal de lucha contra la pobreza infantil, para lo que cuenta con un fondo específico de 17 millones de euros
- La ministra de Sanidad, Servicios
Sociales e Igualdad asegura que, auque el contexto sigue siendo
difícil para muchas familias, “las reformas han
empezado a dar sus frutos y nos permiten mirar al futuro con
esperanza”
22 de enero de 2014. A través de las 240
medidas contempladas en el Plan Nacional de Inclusión
Social, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado mes de
diciembre, “seguimos avanzando en nuestro compromiso con las
personas que se encuentran en situación de
vulnerabilidad”. Así lo ha afirmado hoy la ministra de
Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en el Pleno del Congreso de
los Diputados, en su intervención en respuesta a una
interpelación sobre la política del Gobierno en
materia de pobreza y exclusión social.
Ana Mato ha destacado que el Plan Nacional para la
Inclusión Social es una herramienta necesaria, sobre todo
porque el último Plan Nacional de Inclusión se
aprobó en 2008, pese a que entre 2008 y 2011 se produjo
“el gran salto de la desigualdad en
España”.
Se trata, ha explicado del “plan más ambicioso de
cuantos se han puesto en marcha en España”.
En primer lugar, porque se ha elaborado con el consenso de
todas las Administraciones. Pero también porque, por primera
vez, contempla como objetivo transversal la lucha contra la pobreza
infantil, que cuenta con un fondo específico de 17 millones
de euros.
Además, la ministra ha destacado que “a
diferencia de planes anteriores, contempla a todos los grupos que
pueden estar en situación de exclusión”. De
este modo, y también a diferencia de los planes anteriores,
que sólo contemplaban a unos pocos colectivos, éste
incorpora a personas con discapacidad, mayores, personas en
situación de dependencia, inmigrantes, víctimas de la
violencia de género, población gitana,
víctimas de discriminación por origen racial o
étnico, personas con problemas de adicciones y a los
reclusos y ex reclusos. Asimismo, y en particular, contempla a las
personas sin hogar, unas 23.000 en España para las que, por
primera vez, se desarrollará una Estrategia Nacional
Integral.
El Plan cuenta con un presupuesto de 136.000 millones de euros
para cuatro años y se basa en tres ejes.
El primero es el empleo, porque es “la mejor herramienta
para combatir y prevenir la pobreza”. Dentro de este eje se
enmarcan medidas como la colaboración entre los servicios
públicos de empleo, los servicios sociales y las empresas
para reforzar su papel en las labores de formación,
contratación e inserción laboral de las personas
vulnerables. También incluye apoyos específicos para
parados de larga duración y mayores de 45 años,
fomentando su reciclaje profesional.
El segundo eje es la garantía de un sistema de
prestaciones que permita apoyar económicamente a las
personas más vulnerables y, por tanto, asegurar unos
ingresos mínimos a todas las familias.
El tercer eje es garantizar la prestación de los
servicios básicos. En este sentido, la ministra ha apuntado
que gracias a las reformas emprendidas, la sanidad pública
sigue siendo plenamente universal y gratuita. Mato ha recordado que
los parados de larga duración, que antes de la reforma
sanitaria tenían que pagar el 40% del precio de sus
medicamentos, por primera vez están exentos de
aportación.
La ministra ha asegurado que, aunque el contexto actual sigue
siendo difícil para muchas familias, las cifras muestran que
“las reformas han empezado a dar sus frutos y permiten mirar
al futuro con
esperanza”.