Noticias
La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, condena las últimas muertes por violencia de género, ocurridas en Fuerteventura y Sevilla
- Doce víctimas en lo que va de año
- Las víctimas son una mujer alemana de 28 años y una española de 57; el agresor de la primera fue detenido, el de la segunda se suicidó
- Ana Mato recuerda la necesidad de denunciar porque “el principal cómplice siempre es el silencio”
16 de abril de 2012. La Ministra de Sanidad,
Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, ha condenado hoy los dos
últimos asesinatos por violencia de género,
registrados durante el fin de semana en Fuerteventura y
Sevilla.
En el primero, ocurrido en la localidad de Tuineje de la isla
canaria el pasado sábado, una mujer alemana de 28
años falleció presuntamente a manos de su ex pareja,
un español que fue detenido el mismo día.
En el segundo caso, registrado el domingo, la víctima
es una española de 57 años. Su compañero
sentimental y presunto autor del asesinato, se suicidó tras
cometerlo. En ninguno de los dos casos constaban denuncias
previas contra los agresores.
Con estas dos muertes, son ya doce las mujeres asesinadas por
sus parejas o ex parejas en lo que va de año. Ana Mato ha
expresado su “rechazo rotundo” a cualquier actitud de
violencia y desigualdad. En este sentido, ha recordado que
“estamos al lado de las víctimas, para ayudarlas a
salir de ese drama”, y que el Ministerio ya trabaja, a
través de la Delegación del Gobierno para la
Violencia de Género, en los planes personalizados para
mujeres víctimas de este tipo de violencia, con el objetivo
de mejorar la asistencia, incrementar las medidas de
protección y evitar más asesinatos.
Asimismo, la ministra ha querido hacer un llamamiento para
concienciar a toda la sociedad de la necesidad de denunciar a los
agresores. No sólo por parte de las víctimas, sino
también de su entorno y de toda la sociedad, pues en ninguno
de los asesinatos registrados en 2012 se habían presentado
denuncias previas, lo que dificulta la protección efectiva
de las mujeres. “El principal cómplice siempre
es el silencio”, ha asegurado.