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El Gobierno acuerda una reforma para la mejora del Sistema de Dependencia que protegerá a los grandes dependientes e impulsará la creación de empleo
- Aprobado el Real Decreto en el Consejo de Ministros
- El acuerdo del Gobierno y las CCAA
supone un cambio en los criterios de financiación de la Ley,
pues comenzará a ponderarse la prestación para la
asistencia en servicios con el fin de mejorar la calidad de la
atención al dependiente y generar puestos de trabajo
13 de julio de 2012. El Consejo de Ministros
ha aprobado hoy el Real Decreto Ley que incluye la reforma para la
mejora del Sistema de Dependencia sobre dos objetivos esenciales:
por un lado, dar prioridad a la valoración, reconocimiento y
atención de los grandes dependientes; y por otro, consolidar
una red pública de servicios sociales que favorezca la
sostenibilidad del modelo y genere puestos de trabajo.
El Real Decreto Ley se basa en el acuerdo del Consejo
Territorial del Sistema de Autonomía Personal y de
Atención a la Dependencia del pasado martes, cuando el
Gobierno y las CCAA pactaron iniciar la reforma de un modelo que
daba síntomas de colapso.
Por primera vez desde que se puso en marcha la Ley, hace cinco
años, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad, por medio del IMSERSO, ha efectuado una evaluación
del funcionamiento de Sistema que arroja una serie de datos, entre
ellos: un desfase presupuestario de 2.700 millones de euros con
respecto a la previsión inicial y una lista de espera de
más de 300.000 personas.
La reforma para la mejora del Sistema de Dependencia, en
consecuencia, pretende agilizar la entrada de los grandes
dependientes, que son los que más y mejor atención
necesitan, a través de la simplificación de los
grados de reconocimiento (de seis niveles pasa a tres grados) y del
aplazamiento del acceso de los dependientes moderados, en su
mayoría ya atendidos por los servicios sociales.
Con el fin de garantizar la continuidad y sostenibilidad del
Sistema, la reforma incluye también una reducción del
15% de la prestación por cuidador familiar, una figura que
la administración va a mantener, pero que al mismo tiempo va
a controlar con más rigor para asegurarse de que la persona
dependiente recibe una asistencia adecuada y profesionalizada. En
este sentido, la propuesta del Gobierno, acordada con las CCAA,
establece la ampliación de la ayuda por asistente personal
para todos los grados de Dependencia.
Asimismo, las medidas de mejora del Sistema indican que se
revisará el modelo de cotizaciones de los cuidadores no
profesionales en el entorno familiar. Para ello, los Ministerios de
Sanidad y de Empleo y de la Seguridad Social acordarán un
nuevo régimen acorde con las circunstancias de esta figura.
No obstante, los cuidadores que ya coticen no saldrán de la
Seguridad Social en tanto en cuanto no se determine el nuevo
Régimen.
Se amplía a dos años el plazo para que las
personas que aún no tienen reconocido el grado de
Dependencia, o no perciben aún la prestación, reciban
dicha cuantía, y a su vez, la propuesta para la mejora de la
Ley define unos criterios comunes para la determinación de
la capacidad económica del usuario según renta y
patrimonio.
La aportación del beneficiario al Sistema es uno de los
aspectos que siempre ha formado parte de la norma, y a partir de
ahora el Gobierno y las CCAA trazarán otros
parámetros de acuerdo con el nivel de renta del dependiente.
Aquellas personas cuyos recursos estén por debajo de la
cantidad mensual del IPREM (Indicador Público de la Renta de
Efectos Múltiples) no abonarán nada, y a partir de
aquí la aportación se medirá de forma
progresiva (a más renta, más desembolso) hasta llegar
al 90% del coste del servicio.
Otra de las líneas fundamentales de la mejora del
Sistema de Autonomía Personal y de Atención a la
Dependencia consiste en la modificación de los criterios
para financiar el modelo en cada una de las CCAA. El Real Decreto
aprobado por el Consejo de Ministros apunta, en esta línea,
que en el reparto de fondos comenzará a ponderarse el nivel
de prestaciones por asistencia en servicios. El objetivo a
conseguir pasa por construir una red público de servicios
sociales de calidad, en donde el dependiente reciba la mejor
atención posible.