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La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad plantea la necesidad de avanzar en el acceso al agua potable y saneamiento como factores esenciales para el desarrollo humano
- Conferencia sobre “Agua y Cooperación: el compromiso de España con los Objetivos de Desarrollo del Milenio” en Naciones Unidas
- Ana Mato participa en el acto presidido por S. M. la Reina para presentar el impacto que el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento y el Fondo para los Objetivos de Desarrollo del milenio han tenido en América Latina y el Caribe
- Cada año más de 200 personas se ven afectadas por sequías, inundaciones, tormentas tropicales, terremotos y otros desastres. El saneamiento es un componente esencial en la respuesta a las emergencias
- La ministra propone “proteger con carácter universal el buen uso del agua”, partiendo del reconocimiento de los derechos de los ciudadanos
10 de septiembre de 2013. Las
políticas de saneamiento “buscan la protección
de nuestros recursos hídricos, e implican luchar contra la
pobreza a través de las mejoras en las condiciones de
salubridad y habitabilidad”. Así lo ha asegurado hoy
la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, en
su intervención en el acto para presentar el impacto del
Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento y el Fondo para
el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en
América Latina y el Caribe.
En este evento, presidido por S. M. la Reina y celebrado en la
sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, la ministra, en
representación del Gobierno, ha planteado la necesidad de
avanzar en el acceso al agua potable y a un saneamiento adecuado
como factores esenciales para el desarrollo humano.
Mato ha asegurado que la conexión entre agua,
saneamiento y salud es “evidente”. El acceso al agua
potable, ha dicho, “reduce el riesgo de contraer
enfermedades, impide la rápida transmisión de las
mismas y constituye el primer paso para lograr una mejor
alimentación”, algo que contribuye a mejorar la salud
de los ciudadanos.
Por ello, las distintas actuaciones de la cooperación
española han intentado aprovechar “las sinergias de
diferentes proyectos”, entendiendo que la aceleración
de un objetivo generalmente aumenta el progreso de otros.
Mato ha recordado que, cada año, más de 200
millones de personas se ven afectadas por sequías,
inundaciones, tormentas tropicales, terremotos, incendios
forestales y otros desastres. Ante todas estas situaciones de
emergencia, “el saneamiento es un componente esencial en la
respuesta”, pues contribuye a evitar la propagación de
enfermedades, reconstruir los servicios básicos y ayudar a
las personas a volver a su vida normal.
En este sentido, la ministra ha planteado la necesidad de
proteger con carácter universal el buen uso del agua, y ha
explicado que España aborda este asunto “desde la
óptica del desarrollo humano y partiendo del reconocimiento
de los derechos de los ciudadanos”. En esta materia, como en
otras, ha apuntado, “no podemos aceptar discriminaciones, por
eso nos tenemos que ocupar de los más
vulnerables”.
Para
ello, la ministra ha propuesto tener en cuenta “medidas
sencillas” en todos los planes y estructuras sanitarias, como
dotar a las escuelas con agua corriente y letrinas, o promover la
educación sobre higiene, lo que permitirá durante la
adolescencia “reducir los riesgos de salud a los que se
verán expuestos nuestros jóvenes”.