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12 de noviembre de 2013. La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, ha expresado hoy su más enérgica condena y repulsa por el asesinato de una mujer de 36 años en la localidad de Torremolinos, provincia de Málaga. Con su muerte, se eleva a 44 el número de mujeres víctimas de la violencia de género en lo que va de año, de las que 8 habían presentado denuncia previa contra el agresor. La cifra es inaceptable para el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, y por ello, la ministra pide a la sociedad, a mujeres y a hombres, que no se muestren indiferentes ante el maltrato si tienen conocimiento de que se produce. Porque, tal y como recuerda Ana Mato, la denuncia puede salvar vidas, y es más: puede rehacerlas. La ministra insiste en que más del 70% de las mujeres que han sufrido malos tratos salen de la situación y comienzan una nueva etapa.

 

 

La última mujer asesinada por la lacra de la violencia sobre las mujeres era española y tenía 36 años. Fue asesinada (apuñalada) por su expareja, con quien convivía ocasionalmente. Los hechos se produjeron en el domicilio del agresor, también español y de 50 años. Tras ellos, el hombre se personó en comisaría y ahora se encuentra a disposición policial. La mujer deja una hija menor de 18 años con la que no convivía, así que la cifra de menores huérfanos por la violencia de género se sitúa en 40.

 

Constaba denuncia previa, si bien el agresor sumaba tres denuncias anteriores por violencia de género interpuestas por otras personas.

 

Mato, conocido este execrable suceso, hace un llamamiento para recurrir al 016, teléfono gratuito que garantiza asesoramiento y marca una puerta de salida a la violencia de género. Además, las víctimas podrán contar con asistencia jurídica gratuita desde antes incluso de interponer la denuncia.

 

Trabajadores de los servicios sociales, policías, jueces, médicos, psicólogos, funcionarios… Todos estos colectivos, comenta la ministra, están ampliamente informados sobre la violencia de género, y seguirán enriqueciendo su conocimiento y formación.

 

España, en suma, dispone de una amplia gama de recursos asistenciales a las mujeres que sufren la violencia de género, todos ellos pensados para que salgan de la situación y empiecen una nueva vida.