Noticias
El Gobierno aprueba nuevas normas para productos sanitarios de diagnóstico in vitro
- Acuerdo en el Consejo de Ministros
- La normativa incluirá las pruebas diagnósticas de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en el listado de los productos para diagnóstico “in vitro” que precisan un control más estricto
- Con esta modificación, el Gobierno incorpora la directiva europea 2011/100/UE
3 de agosto de 2012. El
Consejo de Ministros ha aprobado, en su reunión de hoy, un
proyecto de Real Decreto por el que se modifica el Real Decreto
1662/2000, de 29 de septiembre, sobre productos sanitarios para
diagnóstico “in vitro”. En concreto, esta
modificación incorpora las pruebas diagnósticas para
la variante humana de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (el mal de
las “vacas locas”) entre los productos para
diagnóstico que precisan un mayor control. Con este cambio,
el Gobierno incorpora al ordenamiento jurídico
español la directiva europea 2011/100/UE.
Los productos para diagnóstico
“in vitro” son los que se utilizan para el estudio de
muestras procedentes del cuerpo humano, bien para diagnosticar
enfermedades (análisis de sangre, analizadores de glucemia
para diabéticos…) o determinados estados (pruebas de
embarazo). Consisten en reactivos y materiales de
calibración y control. Estos productos se dividen en dos
modalidades:
1.
Productos de menor riesgo. Pueden ser certificados
por el propio fabricante, tras realizar los controles
pertinentes.
2.
Productos de mayor riesgo o
“críticos”. Deben ser evaluados por los
organismos notificados designados por las autoridades sanitarias de
cada país (en España, la Agencia Española de
Medicamentos y Productos Sanitarios).
Los productos incluidos en el segundo grupo
son los reactivos para la determinación de grupos
sanguíneos y las pruebas del VIH y de diversos tipos de
hepatitis. Mediante este Real Decreto se añaden a la lista
las nuevas pruebas de hemocribado diagnóstico y
confirmación de la variante humana de la enfermedad de
Creutzfeldt-Jakob que están desarrollando algunos
fabricantes.
El objetivo es garantizar un mayor nivel de
protección de la salud, ya que las pruebas para detectar en
sangre esta enfermedad deberán cumplir unos requisitos
técnicos más exigentes. La prueba, además, la
realizarán profesionales sanitarios y se podría
utilizar en bancos de sangre para evitar la transmisión de
la infección.
Otro de los fines de la directiva que se incorpora es la eliminación de obstáculos al comercio intracomunitario, garantizando la libre circulación de estos productos en las mejores condiciones de seguridad.