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María Luisa Carcedo: "Hay que romper el silencio y hablar de suicidio para que deje de ser un problema oculto"

  • La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social participa en la inauguración de la jornada sobre prevención del suicidio "Una realidad silenciada"
     

27 de marzo de 2019.- La Ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, ha asegurado hoy que “hay que romper el silencio y hablar de suicidio para que deje de ser un problema oculto”. Hay que “atraerlo a la órbita de la salud pública”, ha asegurado la Ministra en la inauguración de la jornada sobre prevención del suicidio ‘Una realidad silenciada’, organizada por la Confederación Salud Mental España en Madrid.

Carcedo ha defendido que hablar del suicidio “no aumenta el riesgo de conductas de este tipo”. Al contrario, ha explicado, “el suicidio se puede prevenir”. Para ello, hay que desmontar los mitos que lo rodean, como que no solo se quitan la vida personas con trastornos mentales, o que la persona cuando se suicida quiere acabar con su propia existencia.

La Ministra ha explicado que la Estrategia Nacional de Salud Mental tiene como objetivos fundamentales sensibilizar e informar a la población, combatiendo estereotipos, ofreciendo testimonios en primera persona y visibilizando y dando apoyo institucional.

La Estrategia también contempla la detección precoz del riesgo de suicidio, donde juegan un papel fundamental los y las profesionales de salud mental, los equipos de atención primaria y los servicios de urgencias. Carcedo ha defendido planes de formación y cursos homologados para los diferentes profesionales y agentes que intervienen en este proceso.

En este sentido, es importante la consolidación del Código de Riesgo de Suicidio, que permita que la persona identificada con riesgo grave de suicidio o tentativa sea atendida en un muy breve lapso de tiempo, ha destacado la Ministra. “Las comunidades autónomas, por su parte, deben elaborar sus procesos asistenciales integrados para una correcta y eficiente atención”, ha añadido.

Por otra parte, Carcedo ha defendido la atención precoz a las personas cuidadoras, familiares y allegados, supervivientes de personas que han fallecido por un suicidio. “Ello supone disminuir el impacto del trauma, reducir el estigma y facilitar la búsqueda de apoyo”, ha argumentado.

El suicidio es la primera causa de muerte por factores externos en España. La tasa se sitúa en un 6,5 por 100.000 habitantes. En 2017, el número de suicidios aumentó alrededor del 3% respecto al año anterior. La tasa en Europa es aproximadamente del 13,9 por 100.000 habitantes al año, lo que lo convierte en uno de los mayores problemas de salud pública.

A nivel mundial, según la OMS, cada año se suicidan alrededor de un millón de personas, lo que supone una tasa de 16 por 100.000. O lo que es lo mismo: una persona muere por suicidio cada 40 segundos.

Detrás de estas cifras, como ha destacado la Ministra, “hay un drama humano y familiar”. Según la OMS, un suicidio afecta al menos a otras seis personas. Si ocurre en una institución educativa o en el lugar de trabajo, tiene impacto sobre cientos de personas. Así, se estima que cada año, más de 22.000 personas supervivientes sufren las consecuencias trágicas y traumáticas de vivir un suicidio.