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Ana Mato anuncia una reforma del Sistema de Dependencia para mejorar la atención de quienes más lo necesitan y reducir sus tiempos de espera
- Tras la reunión del Consejo Territorial para la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia
- La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad se ha reunido con los consejeros del ramo de cada una de las Comunidades Autónomas para acordar las bases de un modelo que, además, mejorará en transparencia y será más ágil en la gestión del día a día
- El sistema de Atención a personas dependientes había quedado completamente desfasado, ya que se han superado las previsiones máximas de números de beneficiarios y de dotación presupuestaria. El modelo ha generado un coste 2.700 millones de euros por encima de las previsiones
- Uno de los puntos en los que han coincidido el Gobierno y las CCAA es en la necesidad de orientar los recursos hacia los servicios sociales asociados al Sistema de Dependencia, y así, generar puestos de trabajo e impulsar actividad económica
- La reforma simplifica los grados y niveles de reconocimiento de la Dependencia para reducirlos a tres, y con el fin de mejorar la atención amplía la prestación para asistente personal a todos los niveles
10 de julio de 2012. La
ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, ha
sentado hoy las bases de la reforma del Sistema de Autonomía
Personal y Atención a las Personas en situación de
Dependencia tras reunirse con los consejeros de las Comunidades
Autónomas en el seno del Consejo Territorial. El
Gobierno pretende con esta serie de medidas actualizar y mejorar un
modelo que había quedado desfasado a los cinco años
de ponerse en marcha debido a la falta de control y a un desarrollo
normativo repleto de improvisaciones, tal y como ha
explicado la ministra al término del cónclave.
La mayoría de las CCAA han manifestado
su apoyo a la reforma y han destacado su compromiso con las
líneas maestras del nuevo modelo, toda vez que el aún
vigente adolecía de una serie de problemas en la
aplicación, cuando no de un serio riesgo de declararse
insostenible en un contexto económico marcado por la
necesaria contracción del gasto en todos los ámbitos
de la administración, según ha indicado la propia
ministra en su comparecencia ante los medios de comunicación
para informar sobre los acuerdos alcanzados.
Una de las debilidades del sistema ha
sido la ausencia de una evaluación de la aplicación y
de los resultados, algo que el Ejecutivo anterior
prometió hacer tres años después de iniciado
el sistema. Sin embargo, ha sido el Departamento que dirige Mato el
que ha acometido la tarea y el que ha redactado un documento que
muestra las características del modelo desde 2007 y las
lagunas reconocibles en la gestión. Dicho texto se ha
estudiado hoy en el Consejo Territorial.
Algunos datos puestos de manifiesto son: un
gasto 2.700 millones de euros superior al estimado cuando se puso
en marcha; la entrada de 400.000 dependientes más de los
previstos (de ellos, 225.000 grandes dependientes), una deuda en la
Seguridad Social de más de 800 millones de euros y una lista
de espera de unas 300.000 personas.
Precisamente para atajar esta lista de espera,
la ministra ha subrayado que uno de los pilares de la
propuesta para mejorar el Sistema es la priorización del
gran dependiente y del dependiente severo, pues son estas personas
la que más cuidados necesitan y las que requieren una
atención más exhaustiva. La medida busca,
por tanto, reducir el tiempo de espera e inyectar más
agilidad a los trámites para que se les reconozca el grado
de Dependencia.
En consecuencia, el calendario para la
incorporación de las personas con dependencia moderada o
leve se ampliará, de modo que vayan entrando en el sistema
de forma progresiva. Mientras tanto, serán atendidas por los
servicios sociales, algo que, por otra parte, como ha recordado la
ministra, ya viene ocurriendo.
Asimismo, se simplifican los grados y
niveles, por lo que el reconocimiento de las personas que entren en
el sistema se ajustará a tres grados, Gran
Dependencia, Dependencia Severa y Dependencia Moderada, en lugar de
a los seis niveles actuales. El objetivo: agilizar los
trámites y descargar burocracia.
UNA APUESTA POR LA ATENCIÓN
PROFESIONAL
Otra de las líneas maestras de la
propuesta de mejora del sistema consiste en la apuesta por
una atención más profesionalizada y
cualificada. Mato ha asegurado al respecto que con la
orientación de recursos hacia la profesionalización
de los servicios sociales “se genera empleo y actividad
económica, garantizando, además, la calidad de los
servicios”.
La ministra ha hecho hincapié en
recalcar la valía e importancia de los cuidadores
familiares, si bien ha comentado que esta figura, concebida en el
articulado de la Ley como una excepción, se ha convertido en
una norma general. Mato ha indicado que la apuesta por la
atención profesionalizada trata de “aliviar la carga
inmensa que muchas veces supone” su papel como cuidador.
“El Gobierno reconoce y aprecia el esfuerzo de estas personas
que sacrifican su vida, su tiempo y su trabajo al cuidado de sus
padres, de sus hijos o de sus familiares dependientes”, ha
añadido.
El acuerdo para la mejora de la Dependencia
supone la exigencia de una serie de requisitos a las personas que
cuiden de sus familiares, como el compromiso para recibir la
formación necesaria.
Asimismo, según ha declarado Ana Mato,
se va a revisar la prestación económica por cuidados
en el entorno familiar, que se reducirá en un 15%.
La ministra ha avanzado que el sistema de
afiliación, alta y cotización a la Seguridad Social
de los cuidadores en el entorno familiar se revisará
“en profundidad” para establecer una nueva
regulación que tenga en cuenta sus especificidades. Sin
embargo, tal y como ha remarcado Ana Mato, mientras se concreta
esta revisión, los cuidadores familiares que actualmente
estén en alta no perderán dicha categoría,
sino al contrario: la conservarán en tanto en cuanto
permanezcan las circunstancias que dieron lugar al Convenio
Especial.
IGUALDAD EN LA APLICACIÓN DE LA
LEY
La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad ha desgranado otra de las bases del acuerdo para la mejora
del Sistema, pues “ante iguales circunstancias,
iguales prestaciones”, ha resumido.
Unos criterios mínimos y
básicos, tanto en la solicitud como en la resolución
del reconocimiento del grado de Dependencia y en el derecho a
recibir la prestación, permitirán construir un
sistema desde la equidad. En este sentido, la mejora del Sistema
adecuará las prestaciones y servicios a las necesidades
reales de las personas dependientes y extenderá la partida
por asistente personal a todos los grados, algo que hasta la fecha
no sucedía, pues ésta se aplicaba sólo a los
dos niveles del grado III.
Sin salir de este ámbito, en pro de una
mayor agilidad en la toma de decisiones, la Conferencia Sectorial
de Asuntos Sociales y el Consejo Territorial de la Dependencia se
funden en un mismo órgano, que se denominará Consejo
Territorial de Servicios Sociales y del SAAD.
“APORTARÁ MÁS EL QUE MÁS
TIENE”
En favor de la igualdad del sistema, la
ministra ha avanzado la intención del Gobierno, compartida
por la mayoría de las CCAA, de hacer un modelo
“más justo, equitativo y solidario”, por lo que
una vez entre en vigor el acuerdo que mejora los mecanismos de la
Dependencia, el usuario que más renta tenga, aportará
más al mantenimiento de los mismos.
Para ello, en el proyecto de Real Decreto
sobre capacidad económica y participación del
beneficiario se deja constancia de unos criterios mínimos y
básicos para determinar la aportación en el coste de
las prestaciones que reciben.
La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad se ha felicitado del acuerdo alcanzado pues cumple con
cuatro objetivos esenciales para la sostenibilidad del Sistema de
Atención a la Dependencia: garantizar su viabilidad,
priorizar a las personas que más lo necesitan, que son las
que tienen un grado más alto de dependencia; simplificar los
mecanismos del modelo y asegurar que las prestaciones se ajustan a
las necesidades reales de los dependientes.