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Susana Camarero subraya la importancia de la cooperación entre las entidades de voluntariado y las instituciones públicas

  • Premios Estatales al Voluntariado Social 2015
  • Las leyes del Tercer Sector y del Voluntariado aprobadas recientemente consolidan el papel del tejido asociativo en España y garantizan la labor de los más de 6 millones de voluntarios y 30.000 entidades
  • El acceso al voluntariado se limita para evitar que los condenados por trata de seres humanos, violencia de género, violencia doméstica o terrorismo participen en proyectos, en especial los relacionados con menores
  • La nueva ley establece que la administración favorezca a los trabajadores que adapten o reduzcan su jornada para la ejecución de actividades de voluntariado

30 de noviembre de 2015. La secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero, ha destacado hoy la importancia de fomentar la cooperación entre las entidades de voluntariado y las administraciones públicas, que es el modelo que se impulsa en las nuevas leyes del Tercer Sector y de Voluntariado. Ha sido durante la entrega hoy de los Premios Estatales al Voluntariado Social 2015, con los que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y la Plataforma del Voluntariado de España han reconocido el compromiso solidario de voluntarios y entidades.

En su intervención, Camarero ha destacado la importancia que la Ley del Tercer Sector y, en especial, la Ley de Voluntariado para consolidar el papel del tejido asociativo en España y garantizar la labor de los más de seis millones de voluntarios y 30.000 entidades en España, que es el sexto país de la Unión Europea en la participación de voluntarios.

La Ley de Voluntariado regula, por ejemplo, el acceso al voluntariado, que se limita para evitar que los condenados por trata de seres humanos, violencia de género, violencia doméstica o terrorismo participen en proyectos, en especial los que tienen como beneficiarios a los menores, a las familias y a las mujeres.

Además, con el nuevo texto, que introduce los 12 años como la edad mínima para ser voluntario, se garantiza la igualdad en el acceso al voluntariado de las personas dependientes en las condiciones acordes a sus circunstancias y determina que no podrá incurrirse en prácticas discriminatorias por identidad y orientación sexual.

Por otro lado, la administración favorecerá a los trabajadores que adapten o reduzcan su jornada para la ejecución de actividades de voluntariado y las empresas y las universidades se convierten en nuevos actores. En el caso de las universidades, la Ley indica que podrán desarrollar fórmulas de reconocimiento académico de dichas acciones de voluntariado. Además, se recoge expresamente que la acción voluntaria nunca podrá ser causa de la extinción de un contrato ni de la disminución de un servicio.

Asimismo, la Ley establece los ámbitos de las actuaciones voluntarias: social, internacional de cooperación al desarrollo, ambiental, cultural, deportivo, de ocio y tiempo libre, comunitario y de protección civil, que es el que se derivaría, por ejemplo, de una emergencia o catástrofe natural. Se añade el voluntariado paralímpico dentro de la categoría deportiva y el de la protección de animales dentro de la ambiental.

PREMIADOS A NIVEL INDIVIDUAL Y COLECTIVO

En la modalidad individual, el premio estatal al voluntariado ha sido para Rosalía Guntín Ubiergo por su compromiso “en la lucha por los derechos de los colectivos más desfavorecidos de nuestra sociedad, por la inclusión del pueblo gitano, de las personas inmigrantes”. Guntín ha desarrollado su acción voluntaria en entidades sociales como la Fundación CEPAIM, la Fundación Secretariado Gitano y la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español.

En esta misma modalidad, se ha concedido una mención honorífica a Miguel Ángel Fernández Díaz por su trabajo para “reconocer y promover un nivel de vida digno de las personas en paro y su plena participación e integración en el desarrollo social y Comunitario”. Ha participado en importantes iniciativas para la creación de empleo a través de empresas sociales, un fondo de solidaridad o campamentos para hijos de desempleados.

En cuanto a la modalidad colectiva, el premio estatal ha sido para la Fundación ANAR, en concreto “el programa de promoción y formación del voluntariado en el Teléfono ANAR como plataforma idónea para canalizar la solidaridad de más de 800 personas voluntarias que desean ofrecer sus competencias y habilidades profesionales en beneficio de la infancia y adolescencia”.

A través de este teléfono, muchos voluntarios “ofrecen su apoyo a la sociedad, en particular de los niños y niñas ante situaciones de riesgo social, dificultades y acoso escolar, maltrato infantil, abandono o abuso sexual, casos de desaparición o problemas relacionados con la violencia de género”.

La mención honorífica de esta categoría ha sido para el programa “Voluntarios/as: Atención Integral al nuevo lesionado medular y sus familias” de la Federación Nacional ASPAYM (Asociación de Parapléjicos y Grandes Discapacitados Físicos).

Este programa se considera ejemplar por “el modelo de intervención de carácter integral ante las necesidades de las personas con lesiones medulares y sus familias, en el período hospitalario y pos-hospitalario a través del apoyo del equipo profesional y voluntarios lesionados medulares veteranos (…). De forma especial, se valora el carácter innovador de la figura del voluntario lesionado medular veterano que trasmite su experiencia y testimonio directo y personal para resolver sus principales dudas e incertidumbres ante la nueva situación, y el trabajo en red y la coordinación permanente con las asociaciones y hospitales”.